Son las 6 de la mañana. Las 6 de la mañana del último día de un curso que ha sido al mismo tiempo largo y rápido como un rayo.
Si pienso en el día que llegué aquí, asustada por lo que iba a encontrar, aterrada por lo que tendría que enfrentar, lejos, muy lejos de mi casa, de mis amigos, de mi mundo, sólo puedo sonreír para mis adentros. Ha pasado una eternidad, han cambiado tantas cosas, tantas... y al mismo tiempo, sólo han sido nueve meses, escasos. Pero nueve meses completitos, sin duda alguna.
Tengo muchas quejas, algunas más importantes que otras, unas con más fundamento, otras con menos, algunas sensatas y otras imposibles de resolver, pero si tengo que quedarme con un sentimiento para este verano, que sea algo positivo: un año de experiencias que no me quita nadie, y una forma relativamente nueva de ver un mundo que apenas ha cambiado. ¡Ah! Y más películas de las que me creía capaz de ver, que para bien o para mal, eso también tiene que contar algo.
Buen verano a todos,
y GRACIAS
:)
No hay comentarios:
Publicar un comentario